Amor II
Hay veces que la luz es toda la sombra que tu corazón puede sentir, y hay veces, que es tanta, que el cuello se te disloca y las piernas te flaquean. Hay que ser fuerte, eso dicen por ahí, pero hay veces que todo retumba y el eco confunde.
-Los pies bien plantados- como decía aquel poema que este medio día me ha hecho llorar. - Tira para adelante niña que es lo único que puedes hacer. Enciende las velas y apágalas porque los días pasan y esa es la luz que puedes aportar. Asamblea de luciérnagas en libertad en tu voz, justicia poétika en tus ojos, no te preocupes que estás haciendo lo único que puedes hacer y lo estás haciendo como se tiene que hacer, con el corazón en la mano, la creatividad de Lazarillo y compañerxs sincerxs. En este mundo de ciegos, de oscuros y mala leche, de egos defensivos y cobardes, sólo con poesía y luz se puede actuar. -
Estoy confundida, mucho. Estoy donde tengo que estar. Las ganas no me vencen aunque a veces me pregunto si no estaré ya vencida.
La poesía no es un papel lleno de letras, es más bien un papel en blanco como carta de despida. Y la luz... no es un neón en un escaparate, es un neón en un escaparate roto. Lo sé muy bien, como también sé que hay muchas luciérnagas como yo, que pintan caras al desencanto, cosen parches para supervivientes, iluminan con linternas de chino y se sacuden a golpes de djembe. Que hay personas que trabajan para que todo sea más bello en el sentido bien profundo de la palabra. Conozco las sonrisas de aquéllxs que te ofrecen su ayuda con toda la humildad y el cariño posible y también conozco las batallas callejeras de gallos y gallinas que no saben cerrar el pico cuando toca. Conozco que los seres somos un todo de sombra y luz y que por mucho que me empeñe, ni todxs seremos luz, ni todxs seremos sombras. Conozco el desencanto del desprecio, el corto alcance de la vista de los burros, que no por ser ellos burros ven menos, sino porque alguien les puso anteojeras y ellos solos, no pueden quitárselas.
Conozco todo esto y normalmente, sonrío de medio lado, sin embargo hoy, estoy cansada de ver, oír y sentir y no río sino lloro. No es que mi luz se haya apagado, es que necesito reposar todo lo que se está depositanto en mi, todo lo que estoy depositando y digerir, digerir mucho y despacio.
-Los pies bien plantados- como decía aquel poema que este medio día me ha hecho llorar. - Tira para adelante niña que es lo único que puedes hacer. Enciende las velas y apágalas porque los días pasan y esa es la luz que puedes aportar. Asamblea de luciérnagas en libertad en tu voz, justicia poétika en tus ojos, no te preocupes que estás haciendo lo único que puedes hacer y lo estás haciendo como se tiene que hacer, con el corazón en la mano, la creatividad de Lazarillo y compañerxs sincerxs. En este mundo de ciegos, de oscuros y mala leche, de egos defensivos y cobardes, sólo con poesía y luz se puede actuar. -
Estoy confundida, mucho. Estoy donde tengo que estar. Las ganas no me vencen aunque a veces me pregunto si no estaré ya vencida.
La poesía no es un papel lleno de letras, es más bien un papel en blanco como carta de despida. Y la luz... no es un neón en un escaparate, es un neón en un escaparate roto. Lo sé muy bien, como también sé que hay muchas luciérnagas como yo, que pintan caras al desencanto, cosen parches para supervivientes, iluminan con linternas de chino y se sacuden a golpes de djembe. Que hay personas que trabajan para que todo sea más bello en el sentido bien profundo de la palabra. Conozco las sonrisas de aquéllxs que te ofrecen su ayuda con toda la humildad y el cariño posible y también conozco las batallas callejeras de gallos y gallinas que no saben cerrar el pico cuando toca. Conozco que los seres somos un todo de sombra y luz y que por mucho que me empeñe, ni todxs seremos luz, ni todxs seremos sombras. Conozco el desencanto del desprecio, el corto alcance de la vista de los burros, que no por ser ellos burros ven menos, sino porque alguien les puso anteojeras y ellos solos, no pueden quitárselas.
Conozco todo esto y normalmente, sonrío de medio lado, sin embargo hoy, estoy cansada de ver, oír y sentir y no río sino lloro. No es que mi luz se haya apagado, es que necesito reposar todo lo que se está depositanto en mi, todo lo que estoy depositando y digerir, digerir mucho y despacio.
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