Cobarde

Ese camarero con mirada cristalina que sin conocer mi nombre sabe quién soy
Un desconocido que cree que las penas con tortilla de patatas se me curan y no duda en ponerme los últimos pintxos como si pensara que con comida se sacia el alma.
Otra vez esa idea me ronda la cabeza y parece como si él supiera que quiero hacerlo
Como si poniéndome una caña se diera cuenta del laberinto sin Diosa en el que estoy perdida y con su cervecita y sus pintxos, intentara llenar el vacío que me lleva a esa terrible tentación.
Hoy lo he pensado demasiadas veces
Hacía mucho tiempo que no reparaba demasiado en ello
Que estaba lejos y yo era feliz.
Pero hoy... todo ha vuelto
Y a pesar de que tengo amigas y camareros que me regalan lo que son para que yo pueda seguir siendo, hoy no quiero seguir.


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