La vulnerabilidad
LA
VULNERABILIDAD
Arrancarse
todo el pelo sabiendo que te va a doler, que vas a aparecer sucia,
discapacitada, temblorosa, que la lengua te va a fallar, que tu
estómago está casi reventando y no lo consigue, que estás
despeinada y sola, excluida de ti misma, y... mostrarse, tal y como
eres, con tus ropas de resaca, con tus uñas sucias, con tus ningunas
ganas de hablar, con más vicios que virtudes, frágil, necesitada de
abrazo, incapaz de darlo, con las manos llenas de agujeros, los
bolsillos llenos de colillas, la nariz rasgada, la cabeza dolida,
bipolar, intensa, descompesada, caprichosa, egocéntrica, déspota,
malvada, extravagante, soberbia, orgullosa de lo superficial y
frívola. Mostrar todo esto para arrancar el vello de raíz y
encontrar lo bello que hay en ti.
Extirpar
y compartir la fragilidad, el error, el fracaso, la derrota, la
impotencia, la ansiedad, la angustia, la decepción, el duelo de la
esperanza y hacerlo desde las tripas, desde el corazón y vomitarlo
sobre vosotrxs, para haceros mis cómplices y amigos, para haceros
mis compañeras y amantes, para haceros parte de mi vulnerabilidad,
para que os sintáis acompañados, arropadas,
comprendidos en esta
historia con final que se llama vida y que hoy, me pertenece. Para que sepáis quién soy, de donde vengo, por qué vivo, qué raíces me sostienen todavía en este mundo de claveles y funerales y me acompañéis en mi viaje.
Para
que espejéis en mi vuestro ser, y mi cuerpo se convierta en el
espejo de nosotrxs, para que mis pelos sean nuestras raíces y la
tierra parte de nuestra respiración, para calar las raíces tan
hondo, que ningún terremoto nos derrumbe. Para darnos el aliento que
nos robamos, la posibilidad imposible, la conexión improbable, el
beso final. Para eso es todo esto: el arte de la
insumisión, la irreverencia del imaginario, la santidad del ritual y
mis pelos que son mis raíces, que ahora, crecerán en vosotros.
Por todo esto, señoras y señores, me quito la máscara de raíz.
Por todo esto, señoras y señores, me quito la máscara de raíz.
Gracias
por existir. Maldita nuestra ternura
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