Volverme loca
Ay flamenco que te clavas a tragos de aguardiente y palmadas al compás
Que tienes la boca llena de sangre y arena
Y mueves la falda girando el mundo
Ay flamenco que me quisiste meter tu melodía
a golpe de tablao y te escurriste por las callejuelas empinadas de cuevas y martirios
que me incitaste a la pasión
que me arrastraste a tu cante jondo
y nunca tuviste piedad cuando detrás tuya, claveles y funerales describía
Ay flamenco que me enseñaste el trotar del caballo
y las cucharas de plata
que a sorbos de guiski solo, a bocajarro, le gritas al mundo que el amor es más pena que gloria y te marchas, a otra tierra, lejos de mis bailes, lejos de mi fe, lejos de mi ser
Ay flamenco que me sacudes con tu abnegación y rotundidad
Con tu azabache siempre certero y tu guitarra, gillotina de mi frialdad
Que me sitúas en el estar y me vuelves a arrastrar a tu cortejo de infierno y aguas cristalinas, a tocarme las dos aguas, a batir las palmas de mis raíces y entonces, espejos rotos, sangre, agua, arena y geranios por todos lados y ay flamenco, que sólo tú sabes cómo volverme loca.
Que tienes la boca llena de sangre y arena
Y mueves la falda girando el mundo
Ay flamenco que me quisiste meter tu melodía
a golpe de tablao y te escurriste por las callejuelas empinadas de cuevas y martirios
que me incitaste a la pasión
que me arrastraste a tu cante jondo
y nunca tuviste piedad cuando detrás tuya, claveles y funerales describía
Ay flamenco que me enseñaste el trotar del caballo
y las cucharas de plata
que a sorbos de guiski solo, a bocajarro, le gritas al mundo que el amor es más pena que gloria y te marchas, a otra tierra, lejos de mis bailes, lejos de mi fe, lejos de mi ser
Ay flamenco que me sacudes con tu abnegación y rotundidad
Con tu azabache siempre certero y tu guitarra, gillotina de mi frialdad
Que me sitúas en el estar y me vuelves a arrastrar a tu cortejo de infierno y aguas cristalinas, a tocarme las dos aguas, a batir las palmas de mis raíces y entonces, espejos rotos, sangre, agua, arena y geranios por todos lados y ay flamenco, que sólo tú sabes cómo volverme loca.
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