Un niño llora desconsolado
Es tan pequeño
como una pulguita y tan extraño como la luna
Se ríe con la
facilidad del que no sabe de preocupaciones
Con la verdad del
placer
Con una
sinceridad de cuatro dientes
Chapurrea lo
justo para jugar y comer, corre al grito de ay, ay, ay, ay, ay y se
agarra a tus piernas como las garrapatas a las orejas.
Le gusta mirar,
tocar y chupar cualquier cosa que sorprenda
No tiene miedo al
miedo, ni a los barrancos, ni al silencio
Se sube encima de
la silla y escala infinitas montañas
Conoce quién es
el bueno y quién el malo con tan solo una mirada
Le encantan los
animales y los vehículos de dos ruedas.
Esta madrugada
este niño mio llora desconsolado
No sabemos que le
duele, que le pesa, que le agobia
Sólo escuchamos
su llanto y su quejío,
Sólo sentimos el
sudor de su pijama empapado,
Sus ojos
cristalinos, su dedo apuntando a ninguna parte
Este niño mio
que hoy quiero más que nunca, me enseña qué es la ilusión, y el
amor y la ternura y la angustia.
Descubre a
nuestros ojos cansados, la esperanza del después, la fe en el
presente, los recuerdos apagados.
Quisiera que este
niño mio se refugiara en el regazo de la fuerza, bebiera el brillo
de la estrella del Norte y se empachara de sol andaluz
Sé que se me
escucha lejos y como un contrahechizo, quiero que este niño mio,
salve mi vida y la suya.
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