Crecer sin alambre
Nacer planta en el muro que se parte
y terrón en tierra de sequío
Ser agua en fuente de montaña
y vaca en el invierno de una playa
Crecer sin alambre ni palo
y arrastrar mi vientre por el destino
Compartir un cacho de pan duro y
no tenerle miedo al vino
Sonreir al acostar mi tiempo
y regresar a la memoria del recuerdo
Partir con el equipaje ligero y el corazón repleto
con el dolor como compañero, hacia horizonte de lo bello
Deshojando experiencia y encuentros, anteponiéndome a mi miedo
queriendo comer la belleza, con los dedos
Amor a las criaturas, que me hacen comprender
que me hablan de lo sublime que es querer
Que me enfrentan a la belleza de otro ser
rompiendo el hechizo narcisista, de solo es bello mi ser
Amor.
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