La otra noche la vi a trasluz

Ella bailaba con los brazos alzados para alcanzar la luz del arcoiris.
En sus labios, la pintura de la fiera que se niega a ser domada
Le daban patadas para llamar su atención, ella devolvía cruda indiferencia.
No tendrá suficiente con los límites marcados
Quemará sus suelas y su amor propio, y se arrastrará.
Porque ella sólo desea su deseo
Y ella solo vive por ese deseo
Y hasta que no lo tenga entre sus tetas,
No podrá parar.
Utilizará cualquier arma
Blanca, negra, roja,
Manipulará las reglas del juego
Conversará con los fanstasmas
Habitará el misterio
Se consumirá en la propia llama de su pasión
pero conseguirá su deseo, su más profundo deseo, su deseo eterno,
y se consumará en su deseo de autodestrucción.
Algo Karmiko.




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