Bermejo
Pinta de rojo que la copa de luna la tengo llena.
Que esta vez Marte está entre mis piernas y viene con ganas de sangre.
Que he descubierto que mis plantas crecen mejor si las abano con todo lo que de mi sale.
Me re-apropio del color de la energía, porque esta vez la Santa María llena está de pasión, y eso, como sinestésica y romántica de nacimiento, lo sé de puro deseo.
El rojo de la acción y el fuego, de ondas largas que señalan peligro, realeza y poder. El pigmento de Caperucita que no se asusta del lobo.
Lo llevo por dentro y por fuera. Desde las entrañas hasta las cicatrices. Desde la lengua pasando por todos mis labios.
Lo tocó todos los meses, me ducho en él, pinto la bañera con su chorro surrealista y me sorprendo ante la belleza y la fuerza de su vigor.
Rojo, que te quiero Roja, rojo de mi corazón y de mi sangre roja.
Que esta vez Marte está entre mis piernas y viene con ganas de sangre.
Que he descubierto que mis plantas crecen mejor si las abano con todo lo que de mi sale.
Me re-apropio del color de la energía, porque esta vez la Santa María llena está de pasión, y eso, como sinestésica y romántica de nacimiento, lo sé de puro deseo.
El rojo de la acción y el fuego, de ondas largas que señalan peligro, realeza y poder. El pigmento de Caperucita que no se asusta del lobo.
Lo llevo por dentro y por fuera. Desde las entrañas hasta las cicatrices. Desde la lengua pasando por todos mis labios.
Lo tocó todos los meses, me ducho en él, pinto la bañera con su chorro surrealista y me sorprendo ante la belleza y la fuerza de su vigor.
Rojo, que te quiero Roja, rojo de mi corazón y de mi sangre roja.
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