Katalina hace lo que tiene que hacer.

Escucho flamenco y escucho el rozar de las olas.
Recuerdo el atardecer de Bolonia y recuerdo que los reflejos se vuelven más bellos cuando el sol decide caer.
Veo la luna en el cielo y pienso que se nos ha hecho de noche y que sin darnos cuenta, Katalina matará el tiempo y extenderá la distancia al confín del recuerdo dejándonos presos por siempre de la nostalgía.

Comentarios

Entradas populares