Hormiguero intraregional

Inspirarse en un autobús apunto de reventar.

Con sus olores y sus curvas, con su calefacción a toda hostia.
Con todo ese batuburrillo de seres diferentes respirando el mismo aire.
Con sus flatulencias y alientos, con el niñito sudamericano que llora y la vieja que no atina con la tarjeta.
Con todas esos jovencitos y jovencitas y sus mochilas al hombro, con el móvil en la mano y su cuello a lo Nefertiti.
Con su hombre con capucha y su ama de casa cargada de ofertas urbanitas.
Con la madre y su hija y sus bolsas de Zara.

Oh, bendito autobús, semilla de mi inspiración, transporte de cansancios y olores, de novixs a su flor, de borrachxs a casa y viejxs al hospital, perdóname si un día de estos, te vomito encima, pero es que...
me marea tanta curva y tanta humanidad.

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