La flor del cáctus

Lo que quiero darte y no puedo, me atormenta, niña, me llena de silencio y tiempo
Me saja los recuerdos
Evapora la pus tantos años guardada
Es tanta infancia de amor y tortura
que abrirse el cactus, solo una vez al año
Bella su flor de un día, tan largamente madurada
Efímera de 24 horas
Protegida por pinchos
y sabiduria ancestral
Capaz de sequías y tormentas
de arenas y cadáveres
de juntar cuerpos y trascender en la flor de azahar
Me pides palabras, esas son florecillas tuyas
Sólo una flor de paciencia y belleza infinitas, puedo darte
acéptala o rechazalá
tuyo es el cactus
de la oportunidad



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