Te perdoné
Hoy he visto a la calle con su traje de perra vieja
y me senté en la acera con ella a tomar sol
y de pronto,
tres cachorros jugaban entre mis piernas
igual que si no hubiera guerras y hambres internas
y solo me mordiera la luna juguetona
y una brisa de roces seductores
y patas al aire,
acariciaran mi alma
Me olvidé del duelo
de cómo sonaban las paletas al cerrar tu nicho
y del tiempo que ya no vuelve
Recordé la flor de tu mano abriendo mi corazón
y de tu hombro seda en mis carnes
y te vi en calzoncillos color cielo
con la impronta de la ternura en tus bellos dedos sobre mi cuerpo que aún te toma
Y te perdoné, en esa acera con sol, te perdoné
En esa acera, de cera quise ser para derretirme con esos tres cachorros
principios de vida y juego
limpios de cargos y culpas
de palabras que son dagas
y viajar con ellos hasta la última galaxia ladrando tu nombre
que esos tres perros callejeros
podían oler dónde tu estabas
y yo quería decirte,
que te había perdonado eternamente.
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