Las cenizas de un abrazo
La cara de una niña
atesora el poquito abrazo que una vieja necesitada de inocencia, le da
Abrazadas, miran al horizonte sin buscar salidas ni grandes destinos
traspasando las nubes y convirtiendo en vapor
los anhelos ya imposibles
Dedicadas plenamente a ese abrazo que une inocencia y vulnerabilidad
donde las manos sueltan las ganas
y los corazones se resignan a estar vivos y acompañados
brillaban sus cuerpos en la piedad de un mundo despiadado
pegadas en ese abrazo que reunía las poquitas piezas enteras que todavía conservaban
abrazadas al tiempo y a la soledad compartida
refugiadas en telas de ternura
intentando cobijar la pureza de ese instante
el soplo de amor que las invadía
la tranquilidad de sentirse plenamente comprendidas
una con la otra
sentían como si en el mundo hubiera desaparecido la violencia
y ellas tuvieran el placer y el derecho de sentirse amadas.
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