Cristal de sedimento cósmico

 

Recoger los pedazos de mi 

y con sumo cuidado, pegar dolores y ausencias

Olvidar que un día esta casa fue nuestro hogar

que ayer, soñé con formar una familia

y que hoy, me he levantado en una cama meada por gatos en celo

y los ovarios cargados

Recoger esos pedacitos de mi alma

y juntarlos como si el cosmos guiara mi pulso

y yo, sólo fuera un instrumento preciso y divino

donde aunar belleza y crueldad, es tarea de niñas

y las cicatrices... se cierran sin infección interna

Agacharme y recoger el barro que se rompió y que un día tuvo forma de esperanza

y darle una nueva donde quepa otra vez la ilusión acorde con mi vejez creciente

que es de arrugas de sal y temporal sin cobijo

y alegrías de las olas que mecen la felicidad plena

y que se saben exactas al pulso vital

Coger esos cristalitos que con ira rompí

y con su polvo, hacer estrellas que ayuden a los designios de otras

que conviertan mi palabra de verbo roto y remendado por el tiempo

en alquimia de sentido común

Eso quiero, recoger lo que queda de mi después de perder la dignidad y los nervios

y ser atacada por mi propio sistema inmune

que sea mi unión con otras células imaginativas 

la que me proteja de mi propio ataque 

y me provea de líquido amniótico

Porque en estos últimos años

me he roto en el infinito

he mudado tierra por aire

y atravesar la crisálida siempre fue tarea de valkirias

Hoy vuelo con mis alitas incipientes recogiendo las historias del viento

y comiendo de ellas, su esencia

Porque sólo con ellas puedo reconstruir lo que el capricho de Nerón destruyó

y fue mi talón de Aquiles

y volver  a confiar en una posibilidad que hoy sé como remota y constante

que es la viva contradicción y reconciliación con mi propio ser

con mi luz y mi sombra

y es que, tirada en el suelo rodeada de mis dedos, riñones, cuerdas vocales, uñas de los pies, entrañas al fin y al cabo

me doy cuenta que toda imagen se mueve por los días

y que en la vida, romperse y recomponerse es tan natural como beber el agua de los manantiales cristalinos

o que la vida estalle, en las más ponzoñosas

y que mientras esto sucede

mi palabra de verbo roto y remendada por el tiempo

es la única capaz de fundir crueldad y belleza

vida y muerte

y hacer de mi,

cristal de sedimento cósmico 

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