Mujer elegante
Mujer, en tu elegancia, el duelo que trasciende
y lo profundo de la raíz de una malva
Porque eres el brillo de lo plomizo del mar echo experiencia
y la arena sin miedo a ser arrastrada
Sabes guardar los cielos haciendo de infiernos, jardines de alóe
y quitándote el polvo de tu última batalla
saciar tu sed en campo propio de cardos y letra
Te atreves a cultivar lo imposible mientras le pides a la ruda
que te proteja de amar demasiado
y cuide de tu sangrado cuando la violencia te chorree entre las piernas
Porque eres de la que de frente, ande o no ande
y sabes de la dignidad de las bestias
y de lo fiero y triste de un animal enjaulado
Caminas libre entre las gotas del mar del naufragio
donde cadáveres de ideas e ilusiones se apilan
y unos cuantos buitres carroñeros de sueños
se limpian sus plumas con tu vestido de bodas
Mujer, que has pasado ríos y montañas de besos y caricias
que conoces la pulsión elemental y has jadeado como ser de gozo
no temas a los devenires de tu porvenir
porque en tus ojos
alacena de sabiduría ancestral
y en tu boca, la saliva de robles
Hoy, que pones duelo a la niña de ira y rencor
y creces en mujer elegante
ten presente que el mundo ha cambiado porque la belleza de tus actos
ennoblece el universo.
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