Mi sitio

 

Si te dijera que mi sitio es de sombra de ciprés 

y de cruz de tumba y siglos

que de polvo, su alma 

y de fotografía infantil, su vida y muerte

Que es de ráiz de latido

y de tambores que golpean en trance

de arenas viajeras que se lanzan en levante

y que al encontrar al pino moribundo

no dudan en seguir hacia delante

Tú, ¿Qué me darías?

Palabra de consuelo?

Verbo apasaionado?

Mirada de perro viejo?

Huida de viento?

Si te dijera que mi sitio es constelación en los mares

y que de sal y canto, se hace carne

que bebe elixir y veneno para morir y curarse

que no entiende de freno

solo de caballos y yeguas a su aire

que se sabe la lengua invisible que abre rosa y mana sangre

que de talón en tierra, clava heridas y puñales

Tú ¿Cómo me responderías?

Con hombro de marinero naúfrago?

Con mirada de león que se sabe exiliado?

Con  manos que acarician tormenta ajena?

Con pies que caminan en piedra?

Si te dijera que mi sitio es fruta madura que fermenta

olivo entrando en sequía eterna

tratado de ausencias y quimeras

plástico en vientre de pez

descarte de pesca 

y un ojo de luna que nada contracorriente

que es la cima de una grieta al centro de la tierra

y un rayo de energía que destruye y regenera

Tú, que dices quererme por encima de todas las cosas

Sabrías aunar paz y violencia?

Perdón y locura?

Humildad y orgullo?

Compresión y sueño?

Yo, que sé que en mi sitio sólo cabe una y la luna

que el sol, es para los leones rubios con esperanza de conquista

y ojos de mar que no se asustan de lo bravo del toro entero

te digo, amor mio

que en mi sitio solo cementerio, raiz y luna

pasado que se convierte en semilla después de pudrir esperanza y sueño

baile de ritual que une cosmos y poesía

que con bisturí de sentimiento y letra

traza un jardín de enredadera y pureza

que mi sitio es presente y sólo es el tiempo quién penetra