La memoria de las flores

Cae sobre la rosa recién nacida

el rocío de la traición
Pierde su primer pétalo

al roce con el cuchillo fálico de apariencia noble y sangra

sangra la historia de tiempos de esclavitud y violación
Apenas un gemido de dolor echa la rosa al viento cuando el resto de los pétalos

son deshojados a contra voluntad y lanzados al mar de las mentiras y de la humillación
Entona la rosa recién mancillada

un mea culpa por su belleza en el quiebro de su tallo mientras su escaramujo alopédico

derrama en el rocío de la traición

los sueños de amor y afecto perdidos para siempre
Creen el hombre y la rosa perseguidos por la sombra de tradiciones

que por fresca y bella, ella, y por aparentemente fuerte y todopoderoso, él

merecen sus pétalos ser arrancados sin miramiento ni cariño
Que la tierra necesita su sangre para ser tierra
y que su olor

debe ser perfume de todos menos de ella
y no escuchan el rugido del viento de los bajos mundos que ya es vendabal iracundo porque sólo a él y al tiempo toca deshojar tamaña belleza

tocando la nota de fe y amor que durante siglos 

el hombre sordo transformó en golpes y abusos

hiriendo sin castigo y con permiso

la memoria de las flores
Y pierde entonces entre ráfagas salvajes de incomprensión y locura

el hombre

su nobleza 

y la rosa

su confianza

convirtiéndose ambos

en la caricatura grotesca de lo que pudo ser la fusión de un amor creador.