Conversación de la noche y el manto del alba

CONVERSACIÓN LA NOCHE Y EL MANTO DEL ALBA

Le dijo la noche al manto del alba

que esperara un poco

todavía los claveles lloraban los funerales

no era momento de iluminar las sombras

porque tocaba silbar el duelo y acariciar las penas

sentir como la brisa contaba lo que las bocas no podían

porque estaban saboreando, lo metálico de la pérdida.

Le decía la noche al manto del alba

que el sol quemaría el duelo

y el consuelo de las estrellas, desaparecería

Se debía dejar paso a que el tiempo desplegara su olvido

y el dolor, fuera acunado por la madre luna

así las personas podrían llorar a sus muertos y muertas

ocuparse de su propio fracaso como especie

y tener la complicidad necesaria para desnudar la intimidad de su tristeza

Le decía la noche al manto del alba

que tuviera paciencia

que fuera compasiva y esperara a que  los ojos estuvieran libres de lágrimas y rencor porque si así no se hacía

Todo el mundo sería ciego al renacer de la belleza