Me gusta vivir
Nivel de THC por las nubes: voy a hablar claro ahora que estoy ciega perdía.
La tormenta pasó, el sol me acaricia la espalda, el viento sopla el último deseo, la muñeca diestra lo recibe, expulso mi anhelo; ahora lo tengo todo a la altura de mis manos.
Pasaron las noches acabadas en días y los días convertidos en noches.
El sufrimiento se cansó de sufrir, la amargura de amar, la angustia de tanta pena, el nervio de tanta crisis, el amor de tanto dolor .
He cogido el vuelo al único destino, ni dónde, ni cuando, sólo cómo.
Lo tengo claro.
Tengo todos los papeles en regla. Las veinticinco personalidades dispuestas a multiplicarse, reciclarse y reconvertirse.
La maleta repleta de historias y las botas de pisar fuerte.
Ya no me duele la rodilla, ni tengo mocos verdes, ni la espalda, he engordado 3 kilos y puedo permanecer atenta más de cinco minutos aunque el tema me parezca una auténtika mierda.
Me estoy reformando.
No me hacen daño las mentes y ratios prácticos en la avaricia y el corto plazo, aún al contrario, me enseñan.
Estoy tranquila, con las voces de África debajo del balcón, los colegas colgados a mi vida. Con la chica de la manazana, la de la comida, la de la cervecita, la de los scoutt, la siempre soleada,. Con mis compañeros de monte y playa. Con el carnicero de arriba de mi casa.
Estoy contenta la verdaD. Hoy, puedo decir, que hasta me gusta vivir.
La tormenta pasó, el sol me acaricia la espalda, el viento sopla el último deseo, la muñeca diestra lo recibe, expulso mi anhelo; ahora lo tengo todo a la altura de mis manos.
Pasaron las noches acabadas en días y los días convertidos en noches.
El sufrimiento se cansó de sufrir, la amargura de amar, la angustia de tanta pena, el nervio de tanta crisis, el amor de tanto dolor .
He cogido el vuelo al único destino, ni dónde, ni cuando, sólo cómo.
Lo tengo claro.
Tengo todos los papeles en regla. Las veinticinco personalidades dispuestas a multiplicarse, reciclarse y reconvertirse.
La maleta repleta de historias y las botas de pisar fuerte.
Ya no me duele la rodilla, ni tengo mocos verdes, ni la espalda, he engordado 3 kilos y puedo permanecer atenta más de cinco minutos aunque el tema me parezca una auténtika mierda.
Me estoy reformando.
No me hacen daño las mentes y ratios prácticos en la avaricia y el corto plazo, aún al contrario, me enseñan.
Estoy tranquila, con las voces de África debajo del balcón, los colegas colgados a mi vida. Con la chica de la manazana, la de la comida, la de la cervecita, la de los scoutt, la siempre soleada,. Con mis compañeros de monte y playa. Con el carnicero de arriba de mi casa.
Estoy contenta la verdaD. Hoy, puedo decir, que hasta me gusta vivir.
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