Noviembre en Euskadi

Las nubes no tienen ninguna verguenza.
Se posan tan panchas, tan grandes, tan majestuosas, tan preñadas de si mismas, tan sobre nuestras cabezas... y de allí no hay quién las mueva, ni para adelante, ni para atrás, si acaso, bajan un poco más... si creo que me están mojando la punta del pie.
Creo que en vez de humanos quieren que seamos peces.
Pues oye, si la cosa se pone fea, yo pongo cara de pez, y aquí no pasa nada.
Que si tengo que mover la colita, pues que la muevo
y dar aletazos, también, eso hasta me gusta más.
Pero espero que la metamorfosis en pez no termine en pescado, que dentro de un par de días, a mi me gustaría ser otra vez girasol.
Si alguien regala un control remoto meteorológico, por favor que se ponga en contacto conmigo.
Pero si no he conseguido un sólo despertador por Facebook ¿Conseguiré un control remoto meteorológico?
Me da a mi que las nubes de noviembre no vienen con ganas de tregua,
No sé, pero me da a mi que no, que voy a tener cara de pez todo el mez.

Comentarios

Entradas populares