Al filo de la navaja
Bueno, de aire se llevan las bicis allá donde un león y una leona se miran reflejados en orillas de la Ría.
No hay nada más frustrante que el lenguaje del orgullo.
Nada que haga más mísero e infeliz al ser humano.
¿O no?
El orgullo les ata las patas.
Una pregunta de eternidad: ¿Hasta el final?
Una afirmación de sangre: Chupa la muñeca que me he cortado las venas.
Sella el pacto y la saliva escuce, una tirita y un poco de crema de Marihuana, ya está la niña curada.
Pero la niña tiene una herida mucho más profunda.
Todos los meses sangra con dos lunas: la vacía y la llena, la niña sube y baja y las venas de su vientre, se abren y se cierran, y sus tetas se hinchan y se deshinchan, y la niña, a la luz de la luna, sabe.
Ese pacto ¿Es hasta la muerte?
Caminamos cerca, cuidar y... ¡cuidado!
León!
No hay nada más frustrante que el lenguaje del orgullo.
Nada que haga más mísero e infeliz al ser humano.
¿O no?
El orgullo les ata las patas.
Una pregunta de eternidad: ¿Hasta el final?
Una afirmación de sangre: Chupa la muñeca que me he cortado las venas.
Sella el pacto y la saliva escuce, una tirita y un poco de crema de Marihuana, ya está la niña curada.
Pero la niña tiene una herida mucho más profunda.
Todos los meses sangra con dos lunas: la vacía y la llena, la niña sube y baja y las venas de su vientre, se abren y se cierran, y sus tetas se hinchan y se deshinchan, y la niña, a la luz de la luna, sabe.
Ese pacto ¿Es hasta la muerte?
Caminamos cerca, cuidar y... ¡cuidado!
León!
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