El espíritu de Berta Cáceres


Se oían el correr de las aguas del gran río y los tiros silbantes. Se escuchaba el chapoteo de los niños y los rifles cargar. Se veían los peces saltando y los machetes en la orilla. Se veían familias cultivando la tierra y escarbadoras roer la misma. Todo se oía, se veía cuando Berta Cáceres estaba viva y hoy, asesinada, todavía se siente.

Y aquí viene el plato fuerte, la verdad cínica, la avaricia, el despropósito, la exaltación del hedonismo, el eufemismo humano, la injusticia, el nihilismo infantil, superficial; discurso carente de referente social, político, histórico, espiritual y repleto de mentiras, violencia, dinero e impunidad. Y algunxs se atreverán a decir que las comunidades que habitan el Rio Gualquerque, no tienen referentes y por tanto, no merecen ser tratadas como personas de pleno derecho. Se saltarán por alto, todo lo que supone la antropología y la sabiduría ancestral, la tradición filosófica y el saber de las plantas y animales, el cultivo de lo emocional, de la fe, de la vista detallada, cristalina,  de la escucha del latir terrenal, el lenguaje de lo esencial, de su transmisión corporal, y dirán que no tienen referentes culturales para ser considerados seres de plena historia. Entonces, volverán a decir:

- Indios! comunidades de pobres borrachos que no saben leer ni escribir, que piensan más en las montañas que en los números, que hablan dioses raros, que creen en espíritus y llevan gorros de colores. Con flecos colgantes, ojos achinados, más bien marrón chocolate, y muy bajitxs y torpes. O bien, indígenas! con el taparrabos y la flecha, que corren para matarnos y reducir nuestra cabeza.

Y mientras dicen, hay voces que resisten ante tanta barbarie. Berta Cáceres fue una de ellas, y hoy, silenciada a tiros, otras la portan. Berta Isabel Zuñiga Cáceres y Rosalina Dominguez están diciendo lo que otrxs no quisieron que Berta dijera en una vuelta por Europa de 15 días repleta de cansancio y diálogos tanto con agentes institucionales, como financieros y sociales y que tendría que haber sido realizada por Berta, no por su hija y una compañera resistente del COPINH. Una "gira" por Finlandia, Holanda, Alemania y Bilbao donde los parlamentos, bancos, asociaciones sociales y personas de pie, hemos escuchado el testimonio de ambas. No sabían aquéllxs que dieron la orden de disparar, que lo que ella tenía que decir no entiende de cuerpos, ni de fronteras, ni de personalidades, que de lo que ella hablaba, otras, con el corazón caliente y la sangre corriendo con el río, lo iban a decir. Y allí estaban su hija y compañera hablando de su espíritu, acompañadas de una bolsita rosa atada con un lazo también rosa pero más oscuro sobre la mesa, que miraba y tocaba repetidamente Berta Isabel, su hija.



 Y ahora... la historia de lo acontecido... con muertxs por causas similares alrededor de todo el mundo y que es la misma desde hace miles de siglos y que responde al nombre de colonización, y que es una historia de gobiernos y bancos europeos, empresas transnacionales, recursos energéticos latinos y comunidades desplazadas y asesinadas por su propio gobierno, sin embargo, siempre habrá diferencias, y es que cada lucha es única.

La comunidad Lenca es originaria de Honduras y el Salvador, se nutre del cultivo de la tierra y del espíritu, de la artesanía del tiempo sin peso y de los aires de una exhuberancia salvaje que los hace sensibles y conectados con un universo emocional digno y maravilloso de sentir. Ojalá. La comunidad Lenca está resistiendo, sacrificando su vida para que la tierra no sea degollada, expropiada de su magia, de su historia y su hacer. Resisten sus cuerpos y sus espíritus, defienden su terroritorio y su Rio Blanco, se enfrentan a sicarios y militares con bolsillos de arcilla y semillas, y levantan las manos al cielo, descosen sus bocas y sus voces corren más allá de las montañas.

Fronteras transnacionales saltadas con la voz humilde, exacta, necesaria, mucho más que interesante, combativa, voces que te agarran desde dentro y que no puedes dejar marchar nunca. Voces que resuenan en tambores de guerra, ejemplos orales de traición, injusticia, dinero, masacre y agotamiento existencial. Voces clave que dan en la clave de todo lo que está sucediendo y que abren los ojos ante lo que puede suceder. Voces que te hacen pensar más allá de la razón, que unen a ésta el sentimiento. Voces que jamás callarán, por muchos tiros, por muchas torturas, por muchas cárceles, hospitales, aislamientos, amenazas, chantajes, voces que vuelan con los pájaros y que graznan como cuervos, voces de alerta y testimonios sustentados en una justicia irrevocable.


- A mi mami la mataron por defender los derechos humanos. La impunidad reinante en Honduras favorece que el caso de mi madre nos esté siendo ocultado. Nosotras no podemos saber nada del caso de sumario. No se nos informa. Nos enteramos por los medios de comunicación. Por esta impunidad, queremos que una comisión independiente y extranjera, se haga cargo de las investigación de su asesinato. En Rio Blanco había militares, y han aumentado su presión sobre nuestra comunidad, esto es una prueba fehaciente de que el gobierno hondureño está aliado con la empresa esa, Agua Zarca, que a su vez está financiada por dos bancos, uno finlandés y otro holandés (FMO y Finn Fund) que a su vez están ligados a los gobiernos de ambos países. Y que toda esta alianza se debe a un interés: la construcción de una hidroeléctrica en territorio Lenca.

- Berta era mi amiga, una mujer sin miedo, luchadora, resistente. Las mujeres del COPINH estamos resistiendo, nos encaramos con las manos vacías, y ellos con rifles, machetes, piedras, a mi no me hace falta, me proteje el de arriba, está bien lo que estoy haciendo, estoy resistiendo por el agua y las montañas, por los niños, los ancianos, por poder comer. Nos quieren matar de sed, quieren quitarnos nuestro río, nuestro territorio, nuestros cuerpos, y nosotras resistimos, como Berta, se pensaban que por matarla nos íbamos a asustar, al contrario, ahora resistimos más, con más razón. Berta está hoy entre nosotras, su espíritu está, y habla a través de nosotras, y en el río corre su cuerpo, a mi me daba miedo cuando me lo decía, tu cuerpo por el río, me reía, y así fue, su cuerpo por el río. El compañero Tomás García también fue asesinado. Y tres más. Ya van cinco los compañeros muertos. Nosotras resistimos.

Y nosotrxs, con vosotras

Ya está bien de tan violento y sucio despropósito. Resistimos.
Cuerpos en resistencia a vuestro lado.

Que corra la voz.

Verónica Mas Checa. 






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