No estás sola

Otra vez te vuelves a plantear absolutamente todo. Otra vez nada vale la pena. Otra vez el miedo. Las dudas. Otra vez te asfixias con la palabra en la boca. Otra vez, sabes lo que tienes que hacer. Otra vez no lo haces. Te reconcome por dentro. Sabes que el silencio te hará daño. Cronificas tu inseguridad. Te olvidas de ser. Catapultas tu estar. Te escondes detrás de otras personas. Sientes celos y lo ocultas. Sientes rabia y la ocultas.Quieres bailar y las piernas no te responden. Deseas besar y no lo haces. Deseas jugar y no lo haces. Deseas ser y no puedes. Las caderas no balancean nada, la espalda cruje. Sientes ganas de gritar y ahogas tu grito. Otra vez te callas. Otra vez te infravaloras. Otra vez te notas fea, gorda, áspera, agobiada, tensa. Otra vez no vales la pena. No mereces respeto, ni admiración, ni interés. Otra vez te escondes en tu soledad. Te recluyes en la impotencia. No quieres despertar.
Otra vez, pequeña, insignificante, innecesaria, humillada. Te culpas a ti misma. Te desapruebas tu. Te hundes tú. Te echas el ancla. Te frenas. Tienes miedo de ti misma.
Analizas y vuelven las dudas. Quieres levantarte pero tú sola no puedes. Quieres marchar y gritar y cambiar, pero tú sola no puedes. Te dicen que eres capaz y tú no te lo crees. Te dicen que debes confiar en ti pero no sabes cómo se hace.
Te culpas también por no saber ser tú, por no ser autónoma y decidida y espontánea y fantástica. Te culpas por no ser la guerrera ideal, por considerarte más débil que fuerte, te callas todo lo que piensas y finges que todo va bien. Que eres todo lo que dicen: fuerte, valiente, decidida, capaz, resolutiva... Aplastas toda tu sombra y revientas por dentro. Empiezas a notarte enferma, indecisa, asqueada, agotada. Empiezas a estar sobrecargada, estresada, desconcentrada. Lo que crees, lo que creen y lo que eres, no consiguen fusionarse. No tienes identidad. No sabes quién eres, pero tienes un cuerpo, que expresa y se emociona.
Tú sólo quieres ser una persona de casta animal. Eliminar lo sobrante. Fiarte de tu instinto. Reaccionar a la vida. Hacer frente a tus convicciones. Un espacio para expresarte. Buenos principios y buenos finales. Ser honesta contigo misma, no ocultar tu vulnerabilidad. Tú sólo quieres ser libre. Pero.. Tú sola no puedes. Necesitas brazos y abrazos. Necesitas comprensión, quietud, diálogo, naturaleza, tranquilidad, sabiduría. Necesitas nutrición ajena. Trabajo colectivo. Fe y confianza. Necesitas a otras personas en tu camino. Ayuda incondicional. Comer de las manos de muchas, nadar en los mares acompañada, surcar el firmamento con otras estrellas, sentirte parte de mucho más. Un sentido común. Un respirar al unísono. Un alma y un cuerpo, unidos. Necesitas amor y sabes dónde está.
Sólo tienes que dejarte llevar y confiar.
No estás sola, no lo olvides. 

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