La nueva manada
La nueva manada
La nueva manada se desliza en la noche de San Juan en una playa de Murcia. Aprovechan las fiestas, el alcohol, las drogas y el abuso del porno virtual, para envalentonarse y vengarse del ser humano con forma de mujer. Nos preguntamos por qué, qué estamos enseñando para que esto suceda, qué papel tienen la tecnología, los medios de comunicación, la banalización de las relaciones sexuales, la familia, la educación, la contra del masculino y del femenino. Qué supone una vida, cómo el cuerpo se convierte en un cacho de goma que se puede violentar de la forma más humillante.
Todo es humillar, cada estocada, cada presión, cada pensamiento y acción que se rebulle y alerta en el interior y no es tenida en cuenta, desencadena la humillación. Rabia acumulada, ganas de ser más que todo porque en mi casa, en mi trabajo, en mi escuela, en las calles, en la ciudad y en el universo que me rodea, no sé lo que pinto, creo que no pinto nada; tendré que pintar humillando a otras, sometiéndolas, vejándolas, marcándolas de por vida, así seré famoso y podré montar un canal en youtube.
La culpa es de unxs mucho más que de otrxs. Este sistema tecnológico, virtual, de las comunicaciones efímeras y superficiales destinadas al consumo más violento, nos bombardea (literalmente) con imágenes y contenidos que denigran el espíritu, la crítica, la diversidad, construyendo una realidad ficticia donde violar a una mujer o a varias en grupo, es reproducir el video porno que tanto te gustó y ganar me gustas con tus amigos; convertirse en esos tipos de pollas tiesas que se la meten a una mujer con cara de no poder más, de estar hastiada, rota por dentro y por fuera, y no ser capaz de sentir su sufrimiento y no darse cuenta de que ella, en ese momento, lo único que quiere es morir y seguir humillándola, despreciándola, utilizando su cuerpo como saco en el que golpear la frustración que los ahoga, es sentirse un hombre. Parte de la manada.
En toda esta aberración, dolor y fantasía perversa y humillante, hay mucho odio. Mucho querer ser más que otrxs, mucho fascismo y miedo. Mucho no querer mirarse al espejo y aceptarse con la fragilidad, con el paso del tiempo, con los bolsillos justos y la cara limpia.
En la actualidad, ternura, escucha, paciencia, crítica, construcción de lógicas humanísticas, consagradas al respeto y la convivencia, están pasados de moda. Cada unx debe buscarse la vida, y si pisas a otrx, así eres valiente y aprendes para el futuro. El individualismo egóico de ombligos dedicados a la denigración y corrupción, está a la orden del día y legitimado socialmente. Es necesario para sobrevivir culturalmente. Esto es muy peligroso: No se puede olvidar que los cuerpos somos propensos a la rutina, que nuestro cerebro es un órgano que prima lo conocido por encima de todo cuando la falta de estímulos profundos y verdaderos y la pérdida de la ilusión y de la capacidad de aprendizaje, le lleva a no querer más que lo que ya sabe. Y así pasan los años y ancianxs, quedamos abandonadxs a la mezquindad.
Es innegable la falta de respeto y dignidad que cada persona de este sistema globalizador, arrastra. A unxs porque lxs matan y violan, a otrxs porque los embarcan en su muerte, a otrxs porque su cuerpo es usado como trampolín a conseguir un status entre sus colegas y a muchxs, porque mientras que no me toque a mi, todo está bien. Es realmente vergonzoso. Hay algo que hemos hecho muy mal.
Aquí no vale el rencor, aquí lo único que queda es terminar con todo. Con todo. No va a haber ley creada por el sistema que nos salvé. Mientras el porno, el asesinato, los intereses económicos, la estupidez, la ansiedad y la humillación de unxs sobre otrxs sean tratados como nutrientes para la industria capitalista y patriarcal, la mayoría de las personas seremos violadas, agredidas, excluidas y alienadas.
Para todo aquel que aspire a convertirse en un vídeo porno y considere que la violación grupal es la herramienta para hacerse importante:
ESTÁS CAVANDO TU PROPIA TUMBA. CRIMEN Y CASTIGO. EL MÁS CRUEL SERÁ EL QUE TÚ MISMO TE IMPONDRÁS SIN DARTE CUENTA. NO SERÁS CAPAZ DE DISFRUTAR. NO SERÁS CAPAZ DE AMAR. MORIRÁS SOLO Y VACÍO, PERDERARÁS LO ÚNICO QUE TENÍAS DE REFUGIO, LA ESENCIA, LA VIDA, ESPERO QUE EL DÍA DE TU MUERTE, LA ESPERANZA TE VISITÉ Y LA BELLEZA DEL ESPÍRITU SE TE IMPONGA, ASÍ PODRÁS SABER LO QUE NO FUISTE CAPAZ DE ALCANZAR.
La nueva manada se desliza en la noche de San Juan en una playa de Murcia. Aprovechan las fiestas, el alcohol, las drogas y el abuso del porno virtual, para envalentonarse y vengarse del ser humano con forma de mujer. Nos preguntamos por qué, qué estamos enseñando para que esto suceda, qué papel tienen la tecnología, los medios de comunicación, la banalización de las relaciones sexuales, la familia, la educación, la contra del masculino y del femenino. Qué supone una vida, cómo el cuerpo se convierte en un cacho de goma que se puede violentar de la forma más humillante.
Todo es humillar, cada estocada, cada presión, cada pensamiento y acción que se rebulle y alerta en el interior y no es tenida en cuenta, desencadena la humillación. Rabia acumulada, ganas de ser más que todo porque en mi casa, en mi trabajo, en mi escuela, en las calles, en la ciudad y en el universo que me rodea, no sé lo que pinto, creo que no pinto nada; tendré que pintar humillando a otras, sometiéndolas, vejándolas, marcándolas de por vida, así seré famoso y podré montar un canal en youtube.
La culpa es de unxs mucho más que de otrxs. Este sistema tecnológico, virtual, de las comunicaciones efímeras y superficiales destinadas al consumo más violento, nos bombardea (literalmente) con imágenes y contenidos que denigran el espíritu, la crítica, la diversidad, construyendo una realidad ficticia donde violar a una mujer o a varias en grupo, es reproducir el video porno que tanto te gustó y ganar me gustas con tus amigos; convertirse en esos tipos de pollas tiesas que se la meten a una mujer con cara de no poder más, de estar hastiada, rota por dentro y por fuera, y no ser capaz de sentir su sufrimiento y no darse cuenta de que ella, en ese momento, lo único que quiere es morir y seguir humillándola, despreciándola, utilizando su cuerpo como saco en el que golpear la frustración que los ahoga, es sentirse un hombre. Parte de la manada.
En toda esta aberración, dolor y fantasía perversa y humillante, hay mucho odio. Mucho querer ser más que otrxs, mucho fascismo y miedo. Mucho no querer mirarse al espejo y aceptarse con la fragilidad, con el paso del tiempo, con los bolsillos justos y la cara limpia.
En la actualidad, ternura, escucha, paciencia, crítica, construcción de lógicas humanísticas, consagradas al respeto y la convivencia, están pasados de moda. Cada unx debe buscarse la vida, y si pisas a otrx, así eres valiente y aprendes para el futuro. El individualismo egóico de ombligos dedicados a la denigración y corrupción, está a la orden del día y legitimado socialmente. Es necesario para sobrevivir culturalmente. Esto es muy peligroso: No se puede olvidar que los cuerpos somos propensos a la rutina, que nuestro cerebro es un órgano que prima lo conocido por encima de todo cuando la falta de estímulos profundos y verdaderos y la pérdida de la ilusión y de la capacidad de aprendizaje, le lleva a no querer más que lo que ya sabe. Y así pasan los años y ancianxs, quedamos abandonadxs a la mezquindad.
Es innegable la falta de respeto y dignidad que cada persona de este sistema globalizador, arrastra. A unxs porque lxs matan y violan, a otrxs porque los embarcan en su muerte, a otrxs porque su cuerpo es usado como trampolín a conseguir un status entre sus colegas y a muchxs, porque mientras que no me toque a mi, todo está bien. Es realmente vergonzoso. Hay algo que hemos hecho muy mal.
Aquí no vale el rencor, aquí lo único que queda es terminar con todo. Con todo. No va a haber ley creada por el sistema que nos salvé. Mientras el porno, el asesinato, los intereses económicos, la estupidez, la ansiedad y la humillación de unxs sobre otrxs sean tratados como nutrientes para la industria capitalista y patriarcal, la mayoría de las personas seremos violadas, agredidas, excluidas y alienadas.
Para todo aquel que aspire a convertirse en un vídeo porno y considere que la violación grupal es la herramienta para hacerse importante:
ESTÁS CAVANDO TU PROPIA TUMBA. CRIMEN Y CASTIGO. EL MÁS CRUEL SERÁ EL QUE TÚ MISMO TE IMPONDRÁS SIN DARTE CUENTA. NO SERÁS CAPAZ DE DISFRUTAR. NO SERÁS CAPAZ DE AMAR. MORIRÁS SOLO Y VACÍO, PERDERARÁS LO ÚNICO QUE TENÍAS DE REFUGIO, LA ESENCIA, LA VIDA, ESPERO QUE EL DÍA DE TU MUERTE, LA ESPERANZA TE VISITÉ Y LA BELLEZA DEL ESPÍRITU SE TE IMPONGA, ASÍ PODRÁS SABER LO QUE NO FUISTE CAPAZ DE ALCANZAR.
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