Iris
Cuéntame niña mía
a que saben tus amaneceres
si con esa alma chiquita
abrazas la dura vida
Si sabes contar los deseos
sin que se te caigan
y rotos,
queden incompletos para siempre
Tú, mi niña
de sol y mar
que te bañas con los delfines
que me abrazas en el sin sentido
recuérdame, cómo son los ojos primeros
el beso tierno
el lloro verdadero
Dame tu mano
y cobíjame con tu cuerpo
que sé, que de alas
sueños
y de libertad
amor
que todo esto que tú guardas
es con lo que yo me levanto
aliento de años
vestigio de historias
amargura de pérdida
Sueño, niña mía
el día del mundo en silencio
donde el ego muere sin pena
y la alegría pura
mana del centro del pecho
Tu, mi niña
que sabes acercarme a lo eterno
que en tu nariz
el olor de la margarita
y en tu boca
el viento inocente
Ampárame ahora que lo viejo ha perdido cuero
y déjame llorar esta pena honda
que a cal y canto
hierro candente en mi piel
marca mi paso
Porque tu, mi niña
eres la poquita esperanza
que mi verso anhela
porque es tu abrazo
la única puerta por la que quiero entrar
Ya, yo soy vieja
y sé de despidas y de falsos sueños
de capas caídas
y caballos sin freno
y ahora, en el otoño de mi ser
tengo nueva sed
de ti, mi niña
que sabes sonreír a la tormenta
y caminar curiosa
como si el mundo tuviera un milagro en su vientre
y mereciera la pena, seguir luchando
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