La pureza, embrutece

Dos continentes se chocan por sus formas y en el asalto, la belleza de ciertos recuerdos pierde brillo. La tristeza gana paso a la alegría y el tono azulado empieza a avanzar al estilo Galerna. La violencia y la lava cubren la comunicación pobre y desconfiada. Lo imperativo se extiende en el lenguaje a la misma velocidad que las telecomunicaciones y la red social, se rompe.
Ahora sólo es trabajo o divorcio. Ahora son patrones. Tablas. Documentos. Ahora hay que centrarse. Me repito.
Estoy desmemoriada. Como si no pudiera acceder a una información muy elemental que está preparada para que la ingiera. Como si fuera vendabal. Temporal. Levante. No entiendo el tiempo. No sé nada. No sé qué pasa. No sé a que me aventuro. No sé quién me acogerá, si alguien ha de acogerme, si quiero acoger, si el es Mediterráneo, Atlántico o Cantábrico. Todo fluctúa, las palabras se me escurren, tengo agujeros negros mentales. El amor, la incertidumbre y la sabiduría no se solucionan más que con paciencia y esfuerzo.
Eso me repito.
Mezclo temas y personas. Descuadro a las personas. Descompongo los temas. Mi impulsividad me hace imprevisible y creativa. Mi desmemorización tampoco ayuda. Tengo no sé cuántos perros. No sé cuántas hermanas. No sé cuántas madres. No sé cuantos padres. No sé cuántos pretendientes. Pero sólo quiero que uno me toque el coño. Tengo una amante profesional que me odia, una ciudad a la que despedir y una familia que me adora a su manera.
Tengo millares de razones para dejarlo todo y perderme en la naturaleza. Tengo necesidad de descansar. De resituar, recolocar. Tengo exceso de información inútil. Estoy desbrozando y de mi desbroce no se libra nadie que esté cerca. Es hora de que las demás personas me acepten tal y como soy. No tengo maldad, ni soy egoista, soy una persona libre y experimentada en muy distintos lares de esta vida y con escasa percepción del miedo. Y ello, lo respeto. Porque es lo que soy, lo que he sido. No lo que seré mañana en totalidad. El tiempo es una concepción abstracta humanoidae que viene a definir una sucesión de acciones. No entiendo este tiempo.
Vuelvo a repetir
Prentenden que me sume a su desconfianza. A su capacidad para controlarlo todo y así no tener ansiedad. Yo no necesito controlar nada. Sé que estoy haciendo lo que tengo que hacer desde el momento que soy consciente de que la organización temporal y social es un invento, que lo perverso realmente es la apatía y la desconexión vital. También durmiendo.
Todo está dispuesto para que todas las personas podamos acceder a esa verdad, que tiene llave y que cada una guarda donde le sale (en las tetas en mi caso). No cabe duda, la coincidencia es una voltarienada pasada de rosca. El rey de la Larousse confundió la libertad con la razón a lo Descarte. Razono guiada por la emoción y así persigo a la libertad.
Repito  una y otra vez
Ahora, después de toda la vomitona, pueden venir a interfenir en mi campo y a proponerme una comunicación. Abstangánse aquéllas personas que hayan vendido su vida al tiempo.
La pureza, embrutece
Eso me repito

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