mainifiesto

Hacia vosotras nos dirigimos, hacia nosotras mismas, vamos. El cansancio no es excusa para abandonar, vosotras sois nosotras, nosotras somos ellas y todas juntas, somo poder. Poder en sentido grande; poder limpio de categorías superiores, jerarquías incuestionbables, verbos asesinos, violadores. Abocadas a la destrucción, nos re-unimos para abrir el camino de la regeración. Con las palmas de nuestros pies y nuestras manos, marcaremos los surcos de la resistencia.
Somos plantas medicinales que se abren paso entre el asfalto. No hay petróleo que pueda con el flujo que llevamos dentro. Con la capacidad de dar vida. Esto es el máximo poder. Sin nuestra fidelidad a que a la vida siga, el mundo está condenado a la extinción.
No permitiremos que nos pisen y si lo hacen, seguiremos resistiendo, las generaciones venideras tomarán nuestro referente y seguirán nuestra lucha, aunque no venzamos como nuestro deseo aspira, vencemos cada vez que lo intentamos, cuando tú me das tu mano y tu palabra, ya estamos ganando hermana, porque una parte de nosotras se reconcilia con el aliento de la vida, con la calma de saberse acompañada y entonces, podemos cruzar aunque sea sólo por un instante, todas las montañas que nos dijeron cumbres imposibles.
Sabemos del elixir de la vida porque lo generamos en nuestros vientres, tenemos entre nuestros dientes la palabra que muerde la crueldad y en el pelo, nos nace fuerte el sentido común. El sentir que lo tuyo no es tan tuyo y que lo mío no es tan mío, que las fronteras sólo sirven para hacernos ver cuan difícil es el mundo que nos separa, nos da el aplomo suficiente para seguir aguantando, porque de resistir se trata. Las unas con las otras, las otras con las unas, y todas a una.
Os invito a que saltéis con nosotras la línea divisoria y caminemos juntas abriendo los mares, os pido, os ruego, que tengáis confianza y sigáis vuestras pulsiones, que toméis otra vez, la mano que se os extiende, aunque no sepáis muy bien de dónde viene, tenéis muy claro el por qué y con eso es suficiente. Al lado vuestra hay otras dejándose la piel y la verguenza que están siendo humilladas, esclavizadas, alienadas por una estructura cada vez más implacable y deshumanizada. Es tiempo de no dudar, de seguir las corazonadas y emprender sin titubéos las acciones necesarias para salvarnos. Ha llegado el tiempo de la supervivencia, estamos en un punto sin vuelta atrás y nosotras seguiremos hacia adelante, oponiendo resistencia a todas aquellas acciones amparadas en la legalidad cuya finalidad última, es lucrarse con nuestro trabajo, nuestros cuerpos, nuestros pensamientos y emociones para conseguir un beneficio ecónimico, social y político lejano a la justicia y al amor.
Nosotras hablamos de amor porque todavía guardamos la mecha de la vida. Hay personas que ya ni siquiera se acuerdan de que la vida, sin vida, no es vida sino muerte. Y contra la muerte en vida, nosotras alzamos nuestra unión, acompañaos en este viaje. Haremos la ofrenda que nos una para siempre a la naturaleza.

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