Naces como una cosa y te conviertes en otra

En la ría, las sombras se vuelven alucinaciones. Si decidiera volver a nacer, querría ser una de ellas. Naces como una cosa y te conviertes en otra, mucho más intangible, incomprensible y fantástica. Brillas con el sol, sales con las farolas, juegas con los mubles, y con los niños, y con los ancianos que ya sólo pueden mirarte a ti con deseo. Una alucinación de algo que existe pero que tú deformas a tu forma, la cerámica en manos del artesano que luego se rompe. Que se rompa todo y que los cachitos sólo se puedan unir en otra cosa.

Comentarios

Entradas populares