Que viva el rock and roll y que mueran los insípidos

 

Que la voz saque la rabia y marque el ritmo exacto

Que la batería se salga extenuada y que el trance me haga polvo el cuello

Que se callen los que nunca bailan y que hablen los de las esquinas

Que el último rincón sea el tuyo y que sientas tu casa en cualquier cuarto de baño.

Que ninguna raya te raye y corras salvaje y frenéticx sin importarte adónde

Que me hagas sentir que hay de verdad en toda esta farsa, que la vida es pura tragicomedia y que nosotrxs somos unos títeres de lo más entretenido.

Que aquella chica que baila con las manos en los bolsillos abra sus brazos y destierre al miedo

Que aquella que no para de girar como un trompo encuentre un eje en el que apoyar su descanso

Que la otra no busque en los otros lo que sólo está en ella

Que ese antro sea mi hogar, que la poesía esté en el culo de un vaso y que una vela alumbre mi vaiven.

Que todo sea la consecuencia de la nada, que me llenen siempre aunque no tenga dinero, que pueda reparar un hombro ofreciendo mi hombro.

Que bailen, que bailemos, la danza del ser, del estar, del fijar los pies al suelo y marcar el compás de cualquier cosa.

Que, que, que, que, que, cuánto pedir… ¿Dar?