Acoso policial


 En las calles de dos a dos, cuidan de las aceras.
Son de cuerpo ancho y mente estrecha, de posibilidad, 1, 2 y a la de tres.
A veces se acompañan de sabuesos drogados.
Van en furgonas que huelen a miedo y meado.
Miran desde arriba con el entrecejo fruncido y con sus miembros deseando el estallido.
Siempre me pregunto por su pistola...
¿Habrá seguro?
Ahora viajan en metro, y en una esquina persiguen a los del gueto.
En el periódico, la foto del magrebí acorralado por su pelo rizado.
Ellos nos cuidan y nosotros los dejamos.
Ellos nos vigilan y nosotros los respetamos
Ellos nos pegan y nosotros les pagamos
Ellas nos torturan y  nosotros nos censuramos
Ellos nos acosan y nososotras nos callamos
Ellos dicen misa y nosotros amén.




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