Para lxs de espacio público marca Bilbao

El deseo mortal es la esencia de la verdad.
Omito cualquier advertencia, porque la única cárcel que existe es mi propia voluntad y esa la abro y la cierro cuando me sale del coño. Qué ordinaria, qué blasfema haciendo a la virgen puta y a la mártir asesina. Ya está bien de rezar. La contemplación ha llegado a su fin. Es hora de la acción. No más pedir perdón ni andar rogando, es el mazo dando y los pies bailando, es la voz al aire y los tambores sonando, son las campanas al fuego y el agua corriendo.
Son mis ganas de vivir aun con tantx asquerosx jodiendo.

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