Abrir compuertas
y todas las criaturas que en ponzoña gesté
escapan al mar
En cataratas descienden todos mis miedos
todo aquello que se me quedó adentro
y que tras años de lucha y duelo
hoy encuentran libertad en su descenso
Saltan entre las rocas erosionadas del tiempo
arrastrando cantos de otras dimensiones
mi impotencia, ira y rencor
por fin el monstruo de mi abandono
encuentra su descanso diluyéndose en lo cristalino
y mi oscuridad que sirvió de vientre
hoy da a luz a todas esas criaturas ponzoñosas
que con hambre de prístino cristal
saltan entre las rocas del tiempo
porque nunca el agua salta dos veces por el mismo sitio
ni arrastra las mismas piedras
porque las compuertas, si no se abren, revientan
y lo podrido que dio vida
tiene que renovarse para su nuevo alumbramiento
alumbramiento que terminará
el día que muera
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