Amor

Hay amor porque sufrimos

y sufrir es su carencia

La carencia es lo que no hay 

o más bien, lo que hay pero no explota

y el amor, tiene ganas de explotar

pero el miedo a la vulnerabilidad

lo incierto de la certeza

el daño mascado de los años

y la apatía como compañera

hacen de muralla babilónica

y las lenguas no aciertan a comprenderse

y nos arrojamos de la torre empujados por el sin sentido 

a la tierra de las flores que se abonarán con nuestros cuerpos de intuiciones insatisfechas

morimos antes de permitir

que lo frágil se convierta en abrazo pleno

dando un beso a la inmortal herida ajena

fundiendo perdón y entendimiento

haciendo del amor entre seres, cura de dualidad y sentido

Y seguimos inventando estrategias de defensa

sin darnos cuenta que es guerra perdida

que de kamikazes, destruimos placer íntimo y ajeno

que con todo ese miedo a ser poco

saboteamos lo que alimenta a la vida

y que mientras acortamos distancias con la muerte

perdemos tiempo y ánimo en defendernos de lo inevitable

de aquéllo que es lo único que nos puede salvar

y que se llama: Amor.