Lo que me gusta y lo que no

 Me gusta ser la actriz que se pone en la piel de otras y

la directora teatral que transforma el relato personal en colectivo

La boca de justicia poética que a lo que a los oídos sana y

los oídos heridos curados por sabias palabras

El ejemplo que no humilla y enseña y

la mano que no aprieta sino coge

.Ser parte y no La Parte

No me gusta sentirme controlada si quién ejerce ese control, lo hace como un

ejercicio de poder autoritario y dañino.

No me gusta que animales, personas, plantas y/o lugares sean controlados de esa

manera.

No me gusta que bajo el pretexto de preservar a la especie y controlar los contagios,

los ancianos/as mueran y sus cuerpos lleven días descomponiéndose en la habitación

de una residencia.

No me gusta que para controlar el flujo migratorio, la guardia Civil se lie a tiros en

la vaya de Melilla

No me gusta que bajo la ley del hijo único, muchas mujeres fueran masacradas o

vendidas.

No me gusta que para controlar la fidelidad de las mujeres, se extirpe el clítoris con

una cuchilla de afeitar.

Ni que por higiene social, se asesine a personas con una identidad (sexual, social,

política, individual...) divergente con el establishment

Me hace muchísimo daño, notar el prejuicio de mis seres más cercanos, observar

como se ejerce el control bajo la empuñadura del egocentrismo y asistir a la

decapitación del más “paria”

Me duele cuando intentan dirigir mi vida y me proponen como salida exitosa y feliz,

tener contrato indefinido en una fábrica de montaje de turnos alternativos.

Sin embargo… me voy al cementerio y comprendo y por unos instantes… me siento

infinita.