Cabaret
Rezo todas las
noches en un altar.
Quieta, susurante;
aletargada por un susurro constante.
En tu cuerpo
vislumbro un lodazal.
Hoy, las llamas
se encendieron.
Tu cuerpo y
mio, piezas de un lego.
Jugamos desde
la máscara a dar vida.
Dudamos como
siervas humanas y nos escondemos detrás del telón. Los nervios son
la luz de tus manos.
No quieras sembrar
sin setir la llamada de la tierra.
Tierra, aire,
fuego y agua tendidas a tus pies queriendo acercarse a las sombras.
Livianas formas
deformes; disconformes.
Huele el aliento
de mi piel. Acaricia el oler de mis medias. Sueña el escote de un abismo.
Genera energía ecléctica... y... sumergeté en este cabaret.
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