Electra

En la batalla, una huida a tiempo es una victoria.
Al fin y al cabo, siempre habrá tierra debajo de mis pies.
¿Crees que permiteré que me silencies y me maltrates con tu mudez emocional?
Anoche repudié tus caricias.
Alejada. Ya estoy ahogada.
Pasa hoja.
Hoy me corto la pulsera.
Las lentejas se han quemado
Bienvenidxs al fin
No supiste poner caricia a tu necesidad
Ni acercárte a tu deseo
La vulnerabilidad se te escapó entre los dedos.
Ya...
Siempre cuando tu querías y cómo tu querías.
El control de la situación y el descontrol tenso; en los ojos la impotencia roja.
De perfil en tu cama.
Herida en el ego, enfangada de orgullos propios y ajenos
Recordando ardores infatiles, manos que aprietan cuellos.
Mi padre y tú, dos caras de la misma moneda.
Hoy tengo el gran papel de mi vida: Por fin seré Edipo. 







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